Historias de Esperanza



Kristin

Donante de Córnea


Kristin era un bebé hermoso con los ojos marrones y grandes, pero ella nació con la visión muy pobre. Detrás de sus lentes gruesos, Kristin tenía una aguda sensibilidad a las necesidades de los demás y un deseo de extender la bondad y la generosidad a todos los que conocía. Cantó en coros, actuó en las producciones escolares y pasó a ser maestra – deleitando a sus estudiantes con sus presentaciones dramáticas y disfraces estrafalarios. En sus últimos años, encontró una gran alegría enseñando a sus estudiantes de necesidades especiales.

Kristin era positiva, graciosa, daba y estaba llena de amor y compasión por todos. En su muerte, fue capaz de donar sus córneas, tejidos y órganos a los necesitados.

El regalo más asombroso de todos es que los mismos ojos que le fallaron a Kristin fueron los ojos que dieron vista a dos receptores.

Sin una remisión de una enfermera en un hospital, la donación no hubiera ocurrido. Gracias a todas las enfermeras y personal del hospital por el cuidado y apoyo que proporcionaron para hacer posible la donación y el trasplante.

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