Hiriendo gravemente su muñeca después de una caída, Joshua tenía movimiento limitado. Él estaba en dolor constante, y cumplir con las tareas diarias normales se convirtieron en una lucha para él. Una cirugía fallida para preparar su ligamento usando sus propias células madre llevó a una segunda cirugía donde los doctores planearon fusionar los huesos en su muñeca. Ese procedimiento habría quitado permanentemente toda la movilidad conjunta y, lo peor de todo, quitaba su expresión musical como jugador de violonchelo.

Gracias al regalo de un trasplante de tejido, el cirujano de Joshua pudo reconstruir su muñeca, y ahora ha recuperado la función al 50 por ciento.

“Durante casi un año, pensé que nunca volvería a ser capaz de crear música”, dice Joshua, “pero mi donante me ha dado una segunda oportunidad y la capacidad de reproducir música una vez más.”